Todos los infantes del Núcleo están ya en la Biblioteca, al menos los más jóvenes, quienes han terminado sus responsabilidades con el grupo, que aparte de formarse, no son más que ordenar y limpiar y tampoco mucho. Por norma general no ocurre lo de hoy, nunca van todos, una buena parte sale a jugar al patio pero esta tarde, al igual que por la mañana, no ha parado de llover debido a la virulenta tormenta que también sufren la Amazona, el Contador y Paco. Clara, que sin duda a lo largo de su pasado militar ha dirigido a grupos más grandes y compuestos por personas mucho más inestables, se siente abrumada ante la chiquillería. Los adolescentes aún no han llegado porque a ellos se les requiere para más obligaciones dentro del asentamiento, aun así sabe que después vendrán.
Buff, no sé si ha sido la mejor idea… primero les dejaré jugar, se les ve con ganas, y luego, si me lo piden, les cuento alguna historia… tampoco voy a forzar que hoy es el primer contacto.
Mientras ella piensa en esto, los más jóvenes del Núcleo ya se han puesto en marcha y han cogido aquello que más les interesa. Matilda con avidez se ha apropiado del cómic Persepolis, lleva ya un tiempo con él, le gustó desde el inicio que la protagonista fuera una niña y desde que se enganchó ha notado como su lectura ha mejorado… pero de nada de esto se entera Clara, ella se fija en la marabunta formada en torno a una mesa y cuando se acerca aprecia en plenitud la escena. Los más mayores de los más pequeños han escogido sin asombro de duda un juego de mesa: El Hobbit. Observa el nerviosismo mezclado con el deseo de los chavales mientras preparan la partida, sacan y colocan las cartas, el tablero, los contadores y gemas que han sobrevivido. En las sillas se acomodan las que van a jugar y un par de niños más pequeños se quedan mirando, ellos no pueden jugar porque son demasiados jugadores aunque se aprecia en su mirada que querrían, y es entonces cuando Clara interactúa por primera vez.
¿De qué va el juego?
Con cara de sorpresa uno de los más críos se gira y contesta con cierta condescendencia.
Pues es un juego sobre el libro El Hobbit que cuenta el viaje de varios enanos, un mago y un hobbit para recuperar un castillo y un tesoro de las manos del dragón que se lo robó a esos enanos… y bueno…. Tienen que superar muchos obstáculos y peligros…
Antes de que Clara pueda responderle que ya conoce la historia, que había visto una película en su momento y que lo que quería saber era como funcionaba el juego, antes de que se comportara de tan infantil manera, Omar se adelanta y dice con un interesante grado de rencor en sus palabras, probablemente porque no le toca jugar.
Para viaje peligroso el que hizo mi papá con sus amigos para encontrarme.
Eso dices siempre pero tu padre llegó sólo… todos sabemos la historia…
No es verdad, le ayudaron, y me dijo que pronto los conoceríamos…
El resto de niños dejan de prestarle atención, como si ya estuvieran cansados de escucharle decir eso. Por el contrario, Clara reacciona con estupor y preocupación y sin pensárselo dos veces le ofrecen la mano de Omar y le pide que le acompañe.
Los dos marchan a una zona apartada, uno preocupado porque todo parece indicar que le van a castigar y otra preocupada porque parece que Malik esconde algún secreto que no le contó al Contador en su momento.