Corren 1


Corren, por las calles, por los pasillos, por los parques, corren, llenos sus carrillos, plenos de dulces, con energía siempre. Corren pero no huyen, corren felices y descuidados, corren sin poner las manos, corren como nadie ha corrido y aun así, todos lo hicimos.

El traqueteo es el sonido, los gritos son el ruido, los lloros son la realidad y las risas, la verdad. Quieren corregirles, coartarles para que se sientan libres con lo que son obligaciones, ofrecerles COSAS que eliminen sus seres bajo la falsa individualidad que venden las posesiones. Ahí entran sus mentes, sus críticas capacidades críticas que les dan las posibilidades de no ser, del rebaño, reses.

Luego les educan y les ordenan y al final, crecen. Ya crecidos no son ciegos aunque una creciente mayoría no quiere ver; lo que sí que hacen es correr, corren también sin ver, se dirigen siempre hacia donde les dicen y les da igual chocar de bruces con la realidad, pues la atravesarán a la fuera, con su cabeza dura por delante. A ellos no les importa si el edificio está enfrente o si tan sólo es una lona dibujando la silueta de este, que lo romperán todo si así se lo indican; aunque no se les puede decir de cualquier manera, no quieren la realidad, prefieren mentiras poco elaboradas que concuerdan con su obtusa visión de la vida y que ratifiquen sus prejuicios y miedos.

Por cómo está el mundo sé que muchos me daréis la razón sin saber que hablo de vosotros. Porque aunque tengáis razón en que últimamente desde cualquier posición política se busca el enfrentamiento continuo (hay diferencias básicas que no merecen ser nombradas en este escrito), el mayor problema radica en el fondo o principios de dichas posiciones políticas. Unos se cagan en los muertos de quienes defienden y buscan una sociedad global más injusta, los otros, vosotros, hacéis lo mismo desde el lado contrario pero por razones egoístas, lo de la ley de la jungla, el que cada palo aguante su vela, siempre es más fácil con la comodidad de tener la vela asegurada desde hace tiempo…

… Me he cansado de escribir pequeñas entradas, terminan siendo opiniones bastante deprimentes de cómo el miedo de varias generaciones que se hacen muy mayores y la estulticia e ignorancia de bastantes generaciones muchísimo más jóvenes que la primera, están trayendo de vuelta y con orgullo las ideas retrógradas que hace diez años parecían superados, oficialmente al menos. Y esto unido a un sistema en el que el dinero apoya y fomenta esta vuelta a épocas pasadas de mucho menos libertad (por mucho que insistan en lo contrario), nos acaba entregando un posible futuro pobre en empatía, libertad y dinero para todos.

Ahí queda el resumen, ahora empezaré una historia larga donde, después de mucho tiempo, la imaginación se imponga a la realidad.


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