Capítulo 67. Interrogatorio, segunda parte


Primera parte del interrogatorio, entre interrogador e interrogado.interrogado Interrogatorio_de_emile_henry_opt

Contador, lo primero tienes que saber que jamás planearía nada que pudiera perjudicar al Núcleo

El Contador indignado le corta.

¿¡Cómo!? ¿Tú has decidido este acercamiento? Tú les has traído hasta…

Ahora el que para al otro es Malik, que con educación se trata de explicar mientras el dedo acusador le señala.

No, no, no he tomado ninguna decisión, quería decir que desde que encontré a Omar yo pertenezco a donde él pertenezca y jamás buscaría el mal para sus salvadores.

Puedo aceptarlo, pero entonces ¿cómo nos han encontrado?

El cómo difícilmente lo voy a poder decir ya que no lo sé, por el contrario, si han venido hasta aquí, es que se han visto obligados a escapar de donde les dejé porque por mucho que puedas enorgullecerte del Núcleo, el caserío guipuzcoano donde nos asentamos parecía un sueño hecho realidad.

¿Se habrán quedado sin recursos y querrán llevarse los nuestros?

Lo dudo, éramos menos que aquí y teníamos bastante más: coches, gasolina, raciones militares, huertos e incluso, cuando yo me fui, la ganadería ya planificada… vamos, que cuando les dejé teníamos más de lo que necesitábamos…

Entonces ¿por qué te fuiste?

Pensaba que ya lo supondrías, de hecho ya te lo conté cuando relaté mi historia, aunque Javier y yo organizamos una fructífera comunidad…

¿Javier era el militar con el que recorriste la península?

Sí es él… pues eso, por muy bien que viviésemos, yo tenía que encontrar a Omar y a pesar de que Javi me trajo en coche a la zona, estuve una temporada sólo hasta que os hallé cuidando a mi hijo por lo que os estaré eternamente agradeci…

Déjate de hacer la pelota por ahora y continúa hablando ¿Cómo de bien preparados pueden estar?

¿A qué te refieres?

Armas, munición, vehículos, gente, instrucción…

Cómo ya te he explicado, el presente no lo conozco, lo que sí puedo decirte es lo que había cuando me fui: varios utilitarios, un 4×4, armamento militar, un par de ametralladoras, granadas y no sé qué más… vamos, equipamiento no nos faltaba, nuestro grupo no era mucho más grande que los miembros del Núcleo y aunque formación militar no tienen, todos saben disparar y más de uno, tiene buena puntería… además nadie debería menospreciar a Javier, era de las fuerzas especiales y está más que preparado para destruirnos a todos… aunque no lo hará, es buena gente y durante el apocalipsis químico.

Entonces son un peligro, están armados, tienen un militar dirigiéndoles y medios para llegar aquí motorizados.

No, no, no son un peligro, no quería decir eso, sólo te informaba de sus capacidades, en otras palabras, respondía a tus preguntas, si me hubieras preguntado por su carácter, sus personalidades o si son un riesgo para el Núcleo, te hubiera dicho que para nada…

Y entonces me habrías dado tu opinión en vez de datos objetivos que era a por lo que yo venía.

El silencio se apropia del espacio y de los dos, el interrogado y el interrogador. Del primero porque se da cuenta de que, aunque para él la cercanía de sus amigos no es mala, su nuevo grupo no va a confiar fácilmente. Y del segundo porque acaba de descubrir un problema, en teoría, equiparable a Ciudad de Dios. Es este último quien retoma el interrogatorio con una mezcla de incredulidad y decepción ante el desconocimiento de su interrogado, y a pesar de que había imaginado una versión de sí mismo más violenta, es incapaz de sacarla en frío, de hecho había decidido hablar con Malik nada más llegar para aprovechar el rebufo de la excitación y la rabia de la expedición y aun así, nada.

Una cosa más he de preguntarte ¿qué sabes de Carmen, Ciudad de Dios y su ejército? ¿Qué te contó tu amigo el militar sobre ellos?

Y por primera vez desde que es interrogado Malik se calla, pero no por razones personales como antes, si no porque no tiene ni idea de lo que habla y con la misma sinceridad que ha respondido hasta ahora, su faz muestra ese desconocimiento con total honradez y espontaneidad que el Contador acepta como respuesta porque, aunque en su día no le contó todo, en este tiempo sí que ha conocido a Malik lo suficiente para reconocer sus gestos y expresiones.

De acuerdo, no tienes ni idea sobre el Ejército de Carmen.

Así es. Reconoce aliviado Malik y el Contador se queda en blanco. Tiene la sensación de que por primera vez en la historia, un bando rodeado de guerra tiene como prisionero a un comandante enemigo y no consigue información ni ningún tipo de ventajas estratégica. Y al darse cuenta de esto el alma se le cae a los pies y toda la tensión sufrida en las últimas horas le pasan factura y se siente cansado, muy cansado.

Bueno Malik, me voy pero imagino que luego volveremos a vernos, eso sí vas a seguir encerrado…interrogado Gabriele_Galantara,_Un_interrogatorio_in_questura

En su mirada ve que el africano necesita una respuesta más, algo que en su momento Clara tuvo claro, pero que al Contador le está costando entender.

Entiéndelo, tienes que quedarte aquí como mínimo hasta que el Consejo se reúna…

Lo sé, lo sé, no es eso…

Entonces…

Aunque se le aprecia cierta vergüenza, decide ser directo.

¿Podrá estar Omar conmigo? Como esta noche…

No creo que haya ningún problema, aunque antes tendrá que hacer sus tareas, luego, en su tiempo libre, no creo que nadie le ponga impedimentos.

Muchas gracias.

Esto último, el Contador, no lo oye porque ya está saliendo de la celda, se siente derrotado tras la presión de estos días, tan sólo quiere comer algo y echarse una siesta. En cuanto su mente imagina la cama, sus pies cansados le dirigen hacia ahí haciendo que su consciencia olvide el hambre. Lo importante es lo importante.

 

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