Ven, cálmate y échate a dormir


Ven, ven, no temas y ven, estoy tranquilo, no pasa nada… no pasa nada ya, todo pasa y nada queda, pero a mí la calma no me abandona, me acompaña y me mece ahora como suele hacer… sí, antes no estaba conmigo y has podido ver lo que ocurre, con espacio y tiempo no avanza esa faceta que tanto odio, nadie puede evitarla porque forma parte de nosotros, parte de la especie a la que perteneces, esa que sí tiene la capacidad de ser cruel por gusto, del resto de especies no sabemos pues sólo nos queda analizarlas desde fuera, pero nosotros sí que nos conocemos bien y… y de que poco nos sirve…

Relájate en el sofá, pon la televisión o cualquiera de esas plataformas de streaming que todo lo copan, engánchate a todas las series si tienes veinte vidas, disfruta del amor a través de redes sociales y escapa a otros mundos más clásicos con el cine, los juegos de mesa o los libros… cómo disfrutaba leyendo distopías clásicas, las leía hace veinte años y para esa época ya hacía años que se habían ganado el calificativo de clásicas, veía las semejanzas con aquel presente aunque no había certezas… hoy en día no, ahora existen detalles en los que se quedaron cortas y otros aspectos más peligrosos que se han asentado como generalidades sociales y a muchos no les importa… tú relájate, piérdete por los campos y edificios de tus videojuegos favoritos, échate esas cervecicas en libertad y aprovecha los momentos que tengas con familia y amigos… esos momentos de inconsciencia son la felicidad, el desconocimiento es la alegría del ser humano bueno, al malo le da igual pues todo le es indiferente salvo que le ataña de cerca… a pesar de que seas consciente de la falsa realidad que te rodea, goza de esos momentos y guárdalos en el recuerdo…

Yo ya me he calmado, ¿y tú?

¿Ah, no?

Entonces toca esforzarse, no olvides saborear la vida pero sobre todo, mantén siempre atenta la crítica, no ante los más cercanos aunque lo creas necesario, sí frente a lo que controla los designios de tus pasos y decisiones, no tanto frente a las personas que las llevan a cabo, que también, sobre todo frente a las propias actuaciones que condicionan tu existencia y las mentiras que las respaldan… perdona, ¿todavía no te habías calmado, verdad?… siento haber sacado a colación estos temas que en la actualidad rezuman odio, un odio premeditado, organizado y artificial y del que hay que alejarse, tomar conciencia desde la distancia y aprender a discernir entre lo válido y lo ridículo, desenredar el espectáculo de lo burdo y no tragar con un único discurso…

¿Ha llegado tu serenidad? ¿No? ¿Qué antes me tenías miedo y ahora estás de mala ostia? Bueno, al menos puedes asegurar que tienes sentimientos y eso ya es más de lo que se puede decir de muchos…

Si no estás de acuerdo, si esta realidad que no te toma en serio te frustra, si quieres cambiar las cosas, si la tranquilidad sistémica no te ha atrapado, lucha, lucha con todo lo que estés dispuesto a ofrecer pero con una premisa siempre en mente, una idea tan revolucionaria como el aburrimiento o la quietud en la sociedad actual (no hay nada de ironía en este comentario): empatía… los hechos podrán ser por completo injustos, estarás por completo en contra de algunas opiniones y encontrarás muchos momentos para simplemente odiar, hoy en día hay un gran negocio en el odio discriminado y a pesar de ello, el mero intento de empatizar con el contrario abre vías por mucho que los puntos de vista miren a sitios por completo opuestos… además ofrece sosiego al espíritu… aun así hay algo que no se puede dejar pasar, que no se puede obviar para pacificar la situación, que no se puede abandonar porque recuperarlo después es peligroso para todos como la Historia ha demostrado, no se puede ofrecer empatía a las personas, las propuestas, las decisiones, los principios, las ideas o los poderes que no demuestran la misma empatía… no confundas querer el bien con taparte los ojos y decir que sí, que es su opinión y que defenderás su derecho a tenerla, porque hay maldad que no debes confundir con formas de pensar, el racismo, los desahucios, el machismo, el psicopatológico neoliberalismo y demás peligros carecen de aquello de lo que se aprovecha la paz, empatía… y aunque sea una simplificación que moleste a algunos, en su aceptación está el punto de no retorno de una sociedad y mi punto de intransigencia máxima y confío que el de mucha más gente… gente como tú…

Vaya, parece que ahora te aburro, al menos ya estás preparado para dormir, toma el chupete y échate en la cama… a descansar…

Sí, te acompañaré hasta que te quedes dormido…

Pa…

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