Informe psicológico. Recuerdos (Capítulo 18)


Los tres días de control del Sujeto B tras su paso por la Máquina han expirado y la urgencia del examen físico y el informe psicológico ante los sorprendentes resultados obtenidos, se han comido su tiempo. Tanto es así que, a pesar de ser su máximo anhelo actual, tan sólo pudo saludarla un día y volver a presentarse.

Buenos días Señora Pérez

Buenos días.

¿Qué tal se encuentra? ¿Todo a su gusto?

Sí, muchas gracias… perdóneme, ¿usted es?… es que su cara me quiere sonar.

Oh, ¿no me recuerda?

No, lo siento doctor…

Doctor Méndez, el mismo que la entrevistó como candidata…

¡Ah, sí! Disculpe doctor Méndez, llevó una noche aquí y todavía estoy desubicada.

No se preocupe, tan sólo pasaba a saludarla, estoy hasta arriba de trabajo y como tengo muy grato recuerdo de nuestra anterior charla, quería saber cómo se encontraba y por lo visto, veo que bie…

Bien, por ahora no puedo quejarme… quizás… un consejo para la cocina, hacen demasiado la carne y el pescado.

El doctor Méndez sonríe, parece que Josefa está bien. Se despide prometiéndole que pasará la apreciación a los cocineros y con un escueto.

Gracias y adiós.

Cierra tras de sí la puerta buena de la jaula de oro, la que no da al patio, si no a la libertad.

informe psicológico josefa

Lleva tres días y tres noches observando y entrevistando al Sujeto B, en realidad de esto debería ocuparse todo el equipo médico, con los doctores Garriga y Lorenzo y el Presidente; aunque de facto, ante la ausencia continua de su cuñado y la desidia mostrada por sus compañeros, que prefieren cuidar del resto de sujetos y olvidarse de informes, Pepe se ha hecho cargo de todo. Hoy tiene que entregar el informe psicológico a la doctora Braxton Hicks, que al igual que él, ante la falta de un mando de su rango en las instalaciones, las controla y todos han terminado respondiendo ante ella.

Lo termina en este preciso instante y su subconsciente le dirige a su pensamiento hacia Josefa, pero su mente consciente le para pues tiene muy asimilado el repaso como seguro para hacer las cosas bien. Se lo enseñaron por primera vez en el instituto, se lo marcaron a fuego en la universidad y finalmente lo aprendió, por las malas, en su primer trabajo. Hecho este que tras las trágicas consecuencias que trajo consigo, no quiere recordar y ni mucho menos, repetir.

A ver qué tal ha quedado.

Y comienza una lectura en diagonal.

El Sujeto B ha mudado su carácter extrovertido y dicharachero por algo más apocado y tranquilo… ya no parece sufrir con la ludopatía, probablemente debido a la Máquina… lo que sí llama la atención es su obediencia a órdenes simples que además se pueden enlazar, es decir, no se le puede mandar acciones complejas, hay que subdividirlas… tampoco responde a actos que se salgan de su moralidad más profunda, aunque sí se apreció que la moral no era problema recién realizado el proceso en la Sala de Borrado… habrá que seguir investigando estos cambios que produce el tiempo, pues cabe la posibilidad de que el borrado también pierda eficacia… los resultados por ahora son buenos, pero falta tiempo todavía para asegurar la eficacia… sus respuestas coherentes y tranquilas, sus recuerdos no borrados se mantienen intactos y para que no pierda la cordura es imprescindible que continúe igual… estos efectos imprevistos deberían preocuparnos, sobre todo en lo relativo a la moralidad del experimento y a las posibles consecuencias si medimos mal nuestros siguientes pasos…

informe psicológico josefa 2

Vale, sí que sirve, directo a la doctora Braxton Hicks espero que estas novedades no deriven en objetivos poco éticos, ya conozco yo a estos capitalistas neoliberales extremos que financian el experimento…

Recapacita el doctor Méndez antes de enviar el informe psicológico final.

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