Informe 221B. Recuerdos (Capítulo 17)


Experimento 221. Informe 221B.

Me congratula informar, tras el fracaso con el Sujeto A, del éxito rotundo de la segunda prueba en la Máquina de la Sala de Borrado.

Después de haber realizado las comprobaciones pertinentes y sobre todo (quiero recalcar este hecho), después de haber cambiado las piezas defectuosas que se nos suministraron; es mi intención dejar registrada la gran labor realizada por el equipo de ingenieros a mi cargo. Por eso desde ya recomiendo que se les recompense con un plus económico.

Volviendo al propio experimento primero hay que valorar los resultados técnicos de esta prueba, en la cual toda la maquinaria y la informática han funcionado a la perfección, casi de forma tan ideal como cuando se ideó. No puedo evitar pensar que a pesar del empeño por controlar a priori todas las variables, vamos de sorpresa en sorpresa con cada ensayo de la Máquina. Para nada esperábamos el mal funcionamiento inicial, ni la excelencia última y esto no es ni mucho menos lo más sorprendente de lo ocurrido con el Sujeto B, pues si el aparataje ha funcionado cómo esperábamos, los resultados de la primera fase del experimento en sí, el borrado, se ha salido de cualquiera de nuestros hipótesis. De las cuáles, para dar contexto, relataré la más optimista que consistía en que una vez fijados los puntos traumáticos que les forjaron, se borrarían con la Máquina y con ello se resolverían sus problemas mentales al desaparecer, literalmente, de su memoria. Pero se consideró que a partir de estos vacíos temporales, con casi total seguridad, traerían consigo algún tipo de amnesia u otro síntoma que el equipo médico previese (no lo recuerdo ahora) e incluso, que estas fallas en su cronología, provocasen incógnitas tales que trabarían al propio sujeto, pudiendo dejarle catatónica. Para estos efectos secundarios se ideó la Fase 2, la Sala de Imprimación*.

*Véase “Estudio preliminar. Experimento 221” Pág. 21.

Con dichas hipótesis en nuestras mentes realizamos la prueba con el Sujeto B, pero en esta ocasión ninguna de ellas se han cumplido y a pesar de que continúa en observación, sí que hemos obtenido resultado inesperados. En el proceso, el Sujeto B pareció sufrir ciertas complicaciones físicas y tras el pertinente examen médico, se eliminó cualquier daño salvo una ligera jaqueca.

Lo increíble de los resultados reside en dos puntos muy distintos pero que creemos relacionados: Punto 1, la Máquina ha terminado siendo menos agresiva de lo que sospechábamos, pues al Sujeto B no le ha borrado un recuerdo completo como tal, si no que le ha borrado a él mismo, a su persona, su ser, del recuerdo, pero este último sigue en su memoria; lo que se traduce, según los psicólogos, en la implosión de su personalidad. Sigue teniendo los mismos gustos, todo lo ajeno, lo extra de su vida, continúa igual; su helado favorito sigue siendo el de chocolate y un fan incondicional de Tom Cruise.

Pero su personalidad, los rasgos que le hacían ser Bernardo Loup* (tachar al archivar) han desaparecido. Nuestros doctores han teorizaron que, de alguna manera, el haber sido borrado sólo él del recuerdo, mantiene a su ser anterior en un limbo imaginario… cómo esta no es mi especialidad dejaré que lo consulten en el informe psicológico*.

*Véase “Experimento 221. Informe 221B, Informe psicológico del Sujeto B.” Pág. 27.

Aunque la conclusión actual no es otra que la ya explicada, han desaparecido los aspectos de su personalidad que le hacían único, salvo la inexplicable fanatismo por Tom Cruise.

Punto 2, sin lugar a dudas el más increíble. Tras el proceso de borrado el Sujeto B ha respondido de forma automática a una orden que estaba dirigida al equipo de ingenieros. Después se le ordenó agredir a uno de los informáticos y antes de que le llevase a cabo se le ordenó parar, y paró. Desde entonces hemos estado poniendo a prueba esta obediencia autómata y a pesar de que a no hace caso a las órdenes más complejas, sí que reacciona a las sencillas.

Este segundo fenómeno debería hacernos replantearnos el experimento, redirigirlo hacia nuevos objetivos o al menos ampliarlos, y como mínimo debemos reunir al Consejo para unificar nuestra dirección y compartir opiniones. Siempre que acepte convocarlo. No puede esperar a ver qué otras sorpresas maravillosas nos trae la Sala de Imprimación. Estamos haciendo Historia.

Informe 221B firmado por la Dra. Braxton Hicks.

Señor Presidente, hoy sólo tiene dos cosicas para firmar y después, libre para organizar su agenda como desee.

¿Qué toca hoy?

Un informe y una convocatoria de Consejo…

¡Pum y pum! Menudo trabajo duro…

¿No los va a leer?

Ya sabes que no. Avísame con las novedades. Me voy.

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