¡Ay, el nuevo!
Hola, hola, hola, hola
Hola, hola, hola, oh…

Cuánta presencia en tan poca miga,
Cuánta vida en tan poca carne,
Cuánto hambre para tan pequeño paquete,
Anhelo constante de una mano amiga.
Poco pelo y legañas,
Mucho moco y babas,
Gritos sin sentido y a limpiar cacas,
Y con todo, no existe mayor belleza.
Miles de sonidos, todos adorables,
Surgen de sus reducidos pulmones.
Inventas con ilusión paternal que te llama
Pero no sabe hablar y sin respeto por la realidad,
Te convences.
Meses escondido en el horno,
Merecen con mucho la pena,
Parece diminuta la carcasa
Que naturalmente sigue creciendo.
Se le mueven las piernas descontroladas,
Tanta coz sin malicia.
No sabe todavía reír, pero su carcajada
Es la voz de la alegría.
¿Y come? Como si no hubiera mañana.
¿Y se queja? Cuando lo necesita.
¿Y duerme bien? Parece una marmota.
Y lo más importante ¿le quieres?
Con toda el alma.

Hola, hola, hola, hola,
Hola, hola, hola, oh…
¡Ay, el nuevo!
Hermosísimo poema, reflexión, vivencia, sensación… por si mismo…!!!!!!!. Cuando pienso, imagino, siento y sé a quien se refiere me parece mucho más hermoso y me trasladan a otros momentos, miradas y quereres.
Gracias.😍😜🤗
Un beso enorme!!