Cuñado. Recuerdos (Capítulo 5)


El doctor Peeble, con un débil acento anglosajón salpicando sus palabras, comienza con una puntualización:

Me gustaría que quedase constancia de mi disgusto ante el trato del doctor Garriga a sus candidatos, somos participes de un experimento que puede cambiar los paradigmas sobre los que reposamos nuestra sociedad…

Le dirige ahora la mirada al propio Garriga.

No estamos vendiendo esclavos para la bonificación… somos científicos, for god sake, no estamos en un mercadillo…

Viendo el cariz que está tomando la diatriba el cuñado del doctor Méndez, redirige a su homónimo (por doctor) al objeto de la reunión.

No estamos aquí para opinar unos sobre otros, podrá incluir este punto en la sesión de control de mañana. En este momento hemos de centrarnos en sus candidatos principales… por favor, comience.

De acuerdo. Primer candidato. John Doe. Algo mayor de lo idóneo pero su excepcionalidad le sustenta. Vagabundo, 52 años, su desesperación es total y su falta de uniones con la sociedad más que notable debido a sus circunstancias. Aunque lo más llamativo es que en algún momento, ante hechos traumáticos, perdió sus recuerdos… en cierto modo es una buena analogía de nuestras intenciones. Nos daría la posibilidad de comprobar si las imprimaciones son viables en amnésicos e imagino que sus resultados ayudarían en gran medida al refinamiento del dispositivo… por último y reconozco que con algo de vergüenza, no puedo dejar de recordarles, que John Doe llegó a través de un compañero que colabora con los servicios sociales y que al incluirle, estaríamos ganando puntos con la Administración… además, un sujeto libre de cargas será igual de funcional en la fase 2. Hasta aquí John Doe.

Este caso se resuelve rápido, todos han escuchado y entendido que John Doe es todo un caramelito para la ciencia, quien probablemente hacía mucho tiempo que no era tan deseado. Él es el primer elegido del doctor Peeble. Unanimidad total. Siguiente.

Lorena Puerta, con ella tengo más reticencias por lo extremo de su carácter a pesar de su clara idoneidad para el experimento. 33 años, nacida en Brasil pero de padres argentinos. Sufrió abusos de niña cuando sus padres cambiaron de residencia y país para marchar a una comunidad evangelista muy cerrada y radical. Llegó su madre embarazada y cual Jesucristo femenino, fue el primer nacimiento en la congregación. Desde los 6 años el líder se encariñó con ella, digámoslo así, y no paró de violarla hasta que Lorena, con 16 años se escapó. Como sus padres lograron mediante denuncias de desaparición que el sistema considerase que al ser menor de edad debía volver con sus tutores legales, se ofreció como mula para el narcotráfico, obteniendo con ello documentación falsa y un modo de viajar a nuestro país, escapando de su infierno. Llegó al aeropuerto tras salir de su patria sin problemas y en avión, pero aquí fue seleccionada para un registro en profundidad. Tal fue la profundidad, digámoslo así, que todos los traumas evangelistas salieron a la superficie en ataques de pánico, ansiedad y rabia en forma de gritos y lloros. Ante la realidad de haberse sobrepasado, que el policía reconocía para sí aunque esto no significase nada más, la dejó pasar sin llamar a ningún tipo de auxilio físico o mental, balones fuera, ni la incluyó en los informes diarios. Cumplió con los traficantes y antes de que la obligasen a una nueva carga, la banda fue desmantelada. Pasaron años, fue aprendiendo a vivir con sus miedos, los guardó bajo la alfombra de la obsesión por el control y con el principio de “sólo si está en la agenda existe, se hace”, ha llegado a la actualidad. Todo ha de estar planificado al milímetro, organizado de tal manera que los encuentros fortuitos también tienen su franja horaria. Está claro que la sujeta tiene menos oportunidades de imprimación, aunque cumple a la perfección, por su carácter controlador, el resto de requisitos. No tiene a nadie cercano, su trauma no se lo permite y no consigue mantener ningún trabajo, faceta que empeora con el tiempo. Lo que sí que está claro es que debido a sus manías sería una sujeta perfecta para el experimento. Con sus aristas, esta es Lorena Puerta.

Aquí el debate se alarga. Cubriría cupos… no parece muy desesperada… rehízo su vida, en su infancia tenemos vía libre para imprimaciones… estos grandes argumentos le permiten al doctor Méndez seguir reflexionando.

Pebble tenía razón sobre Garriga a pesar de que ahora siguen mirando dentaduras, pensaba que actuaríamos con más profesionalidad… a quién quieres engañar, esta es una gran oportunidad y desde el principio conocías las connotaciones morales que conlleva… ¿estabas apático? Toma dilema para que no duermas por las noches…si les robamos los recuerdos ¿estaremos robándoles sus vidas? ¿robándoles su ser?… ¿eliminaremos también sus traumas?

Un impulso de sincero interés científico-filosófico desaparecido en época universitaria aflora en su pecho como una congestión en los pulmones fumadores.

Tengo que continuar aquí, seguir participando, me aprovecharé de mi cuñado, el elige a los seleccionadores que le acompañarán a Sede Central. No podrá negarse…

Su planificación, nivel mafioso infante, se ve interrumpida por el silencio de la sala, sus compañeros le observan.

Entonces doctor Méndez, ¿qué opina?

Con rapidez imprevista acierta a decir.

Coincido con el doctor Peeble.

De acuerdo pues, Lorena Puerta dentro.

Es su cuñado quien sentencia y quien pasa a otro elector.

Doctor Lorenzo, su turno. Sus candidatos: Yolanda Miedo y Paco García.

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