Análisis del Juego Exploding Kittens


TítuloCreadorFabricanteNº JugadoresAño publicaciónTiempo partidaInstruccionesContenidos
Exploding Kittens
Matthew Inman, Elan Lee y Shane Small
Auto-publicado, Asmodee España
2 – 5
2015
15 min
56 cartas y 1 manual
ANÁLISIS DEL JUEGO EXPLODING KITTENS:
Hay muchas formas de triunfar con un “producto cultural”, odio esta expresión, pero para lo que quiero contaros creo que es el mejor término. Lo dicho, hay muchas formas de triunfar, algo que sólo conocí tras la epidemia química, con un “producto cultural”: porque tiene calidad por sí mismo, porque sale en el momento adecuado, porque se pone de moda o porque lo ponen de moda, por macro-campañas de publicidad o por pura chiripa. Esto ocurre también con los juegos de mesa, pero con una salvedad que los puede asemejar a una película o un disco, y que lo aleja de lo normal en la pintura o la escritura, suele ser un trabajo colectivo. Menos colectivo que una película por supuesto, aunque por norma general y como mínimo, el proceso creativo lo componen el/la/los autor/a/es y el/la/los ilustrador/a/es y en los juegos, al igual que en la música, los featuring son muy rentables (preguntadle a todos esos cantantes o lo que sean, del trap, reggeton y pop lo que se sacan con cada canción o lo que sea, en las que colaboran). Entonces tenemos al autor y al ilustrador del juego de mesa, por simplificar, y consecuentemente podrían darse estos casos si seguimos con el featuring: que el autor fuera famoso (por bueno o por cualquiera otra razón) y el ilustrador no, que los dos fueran reconocidos, o que fuese el ilustrador el que ya tuviera ascendencia sobre el público. ¿Cuáles serían los resultados de cada caso? En el primero tendríamos un juego de mesa, en teoría bien pensado y con mecánicas interesantes, si el autor era conocido por crear juegos; en el segundo, siempre como supuesto, saldría un juego de mesa con potencial de obra maestra; pero en la última opción quizás no se pueda esperar mucho el propio juego, aunque como los dibujantes son más conocidos, mucho más conocidos, que los autores de juegos de mesa, el éxito probable de ese proyecto sería mayor que en el primer caso. ¿Y por qué os aburro con toda esta introducción? Porque el juego de mesa que hoy os traigo fue el ejemplo más descarnado de esta última posibilidad, Exploding Kittens, creación del dibujante Matthew Inman (The Oatmeal) y dos más (perdón); que en aquella época ante-química superó todos los records en un crowdfunding (ya sabéis, lo del micro-mecenazgo) para un juego de mesa en Kickstarter y que a pesar de ser muy chorrón, para nada un reto, gracias al ilustrador y los gatitos (adoro a los gatos pero no entiendo esta obsesión digital por los felinos) fue el éxito rotundo que fue (hablo de más de ocho millones de dólares de recaudación). Yo lo he ido salvando aunque no me maravilla porque, al ser todos sus componentes una pequeña baraja de cartas, siempre ha cabido en mi mochila, en la zona lúdica.
Esta vez la explicación va a ser muy sencilla y rapidita porque, por mucho que intente apreciar detalles ocultos de estrategia o en la toma de decisiones, Exploding Kittens no tiene más planos que el que ves, gatitos que explotan, gatitos que desactivan a los explosivos y un par de cartas con acciones especiales. Exploding Kittens viene a ser, como dijeron en su día desde El Dado de Jack, “una versión en cartas de la ruleta rusa: en la baraja hay un número determinado de gatos explosivos, si robas uno, pierdes y así hasta que quede un solo jugador”. Además a esto se le añaden los gatos con habilidades como saltar turno, no robar, hacer que otro robe y los que tienes que reunir para robarles cartas a los demás jugadores. Tendréis un mano inicial de cinco cartas (con un desactivar cada uno) y tantos exploiding kittens como jugadores menos uno en la baraja de robo. Y no recuerdo muy bien pero con esto, ya os he explicado todas las mecánicas de Exploding Kittens, simples, aunque tampoco prometía nada más.
Y voy a ir terminando porque de donde no hay, no se puede sacar y aunque Exploding Kittens ofrece lo que promete (en su día era algo caro para lo que ofrecía), es fácil cumplir cuando las promesas son poco exigentes. Pero no por ello no se puede sacar un mensaje más transcendente, como con el resto de juegos de mesa que guardamos en la Biblioteca del Núcleo, y en este caso a pesar de que suene contradictorio, la idea que reserva como trasfondo es que hay que saber quitarle transcendencia a nuestras vivencias y pensamientos, saber pasar el rato sin mayores preocupaciones, sin anhelos imposibles que eviten el disfrute con los pequeños detalles. Las expectativas a veces se cumplen, otras no, pero no por ello el mundo se acaba (entiendo la ironía al escribir esto tras el apocalipsis químico). Guardad siempre que podáis un tiempo, un espacio, en el que no haya nada de lo que preocuparse, tan sólo reírse de los dibujos de gatitos explotando sin pensarlo mucho y seguir jugando cartas.

El Contador de Historias

Exploding Kittens portada original en exploiding kittens

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